Por fín los fabricantes de motocicletas se van poniendo las pilas. Desde que probé mi primer coche automático siempre he pensado que el cambio manual es un anacronismo de nuestros tiempos. Y no me valen las alusiones a la mejor sensación de conducción que defienden los que no lo han probado.
El caso es que llevo años pensando que las motocicletas no daban ese paso. La verdad, los scooters no son la respuesta a lo que me refiero, ya que tanto la transmisión como el sistema que utilizan tiene unas respuestas que no están a la altura, a parte de los cortos periodos de mantenimiento. Además me refiero a motocicletas de gran cilindrada.
Se puede decir, en parte, que con mi BMW K100LT hacía servir su 5ª marcha como si fuera un cambio automático, pues es tan amplio el par motor, que me permite rodar desde 50km/h hasta donde le pongas el límite, y la respuesta es bastante buena pues el cardan retiene bastante cuando cortas gas.
Hace unos meses pude probar la Honda DN-01 con cambio automático, una gozada en la parte ciclo, aunque el diseño futurista y el segmento indefinido que ocupa (¿es una scooter, una deportiva? la posición de conducción es de una custom, os lo aseguro), además de la poquita protección aerodinámica y pocos accesorios no la colocan en un vehículo de gran tirada. Es exclusiva desde luego.
Pero amigos, ha llegado la VFR1200F, con doble embrague... o sea cambio automático, y los que la han probado hablan maravillas. El futuro está aquí y espero que el resto de marcas se vaya poniendo en la misma línea y podamos disfrutar de nuestras monturas con más libertad.
Artículo de Mark Forsyth sobre la nueva tecnología desarrollada por Honda de Transmisión Doble Embrague